Aquella noche estrellada,
cuando un tintineo atrapò
mi atención…y me quedè
allì, como congelada en el tiempo.
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Aquella tarde de otoño
Me encontró sentada en
el banco del jardín, el viento
tormentoso hacia bailar a las hojas
cuando un movimiento casi
imperceptible en la copa de un
àrbol, atrapò mi atención
y me quedè allì..como congelada
en el tiempo.
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Aquella tarde de otoño
Me encontró sentada en
el banco del jardín, el viento
tormentoso hacia bailar a las hojas
cuando un movimiento casi
imperceptible en la copa de un
àrbol, atrapò mi atención
y me quedè allì..como congelada
en el tiempo.
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Caminaba plácidamente por la playa
dejando que las olas espumosas mojaran
mis pies, cuando un pequeñísimo resplandor
sobre las aguas atrapò mi atención…
y me quede allí, como congelada en el tiempo
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Era ya entrado el amanecer cuando
Lleguè a la cima de aquella sierra y
decidida a darle descanso a mis piernas
me sentè, cuando un sonido apenas audible
atrapò mi atención…y me quede allì,
como congelada en el tiempo.
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Cuantas veces nos sucede esto y nos quedamos largos minutos en silencio sin pensar en nada?
Muchisimas veces!...pero….¿que sucedió en ese lapso de tiempo?
No lo recordamos !!
El Universo nos habla de mil maneras, pero pocas veces tenemos la fuerza necesaria para “mantener” en la memoria conciente aquellas “conversaciones”.
Y cual baùl de los recuerdos, nuestro inconciente los almacena, quedando en el olvido aquella conversación, aquel aprendizaje…
Toda la sabiduría del Universo se encuentra en nosotros, sòlo hace falta abrir las puertas, quitar telas de arañas, limpiar el camino hacia nuestro inconciente y traer uno a uno nuestros recuerdos olvidados de aquel baul.
Alicia
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