Poderes, formas, arquetipos, fuerzas, herramientas y demás yerbas

La espada de doble filo, el cáliz sagrado, el martillo de Thor, el arco y la flecha, la lanza, el escudo, el guante, la puerta, la llave, el bastón de mando o piedra de sabiduría, el rayo, etc. Son solo “formas” externas a nosotros que toma la energía interna para que comprendamos ciertas funciones.

Así como el cubo, la estrella, el octaedro, dodecaedro, el triángulo, etc. Y las “formas vivientes” (como también el número de ellas) en movimiento dentro de ellos, cómo los colores que pueden presentar, determinan una función específica a realizar en un momento dado.


Comenzando por el principio: TODO es energía…absolutamente TODO.


En nuestros cuerpos, en determinados y distintos lugares de él, se realiza cierta reunión, fusión, cohesión, aglomeración de cierta cantidad de energía con una o para una actividad bien definida que no muta. Esta aglomeración de energía permanece “dormida” dentro nuestro hasta que nuestra intención, consiente o no, la “activa”, la “despierta”


Cuando una de estas aglomeraciones de energía se “activan” o “despiertan”, y si tenemos cierto grado de percepción, las percibimos “fuera nuestro” como una “forma determinada conocida”


Ejemplo: espada, escudo, etc.…


Esta forma se presenta así para nuestra mente como una de las tantas formas de alcanzar el entendimiento de una función.


Muchos seres humanos que inconscientes de su intención, activan uno de estos centros energéticos, cuando la activación “toma forma” para dicho entendimiento, el ego lo interpreta como un PODER … estos seres humanos comienzan a sentirse “poderosos” …”superiores a…”, separados del resto, etc.


No comprendiendo que esta forma es una “herramienta energética” a ser usada en nosotros y no en los demás.


TODO OCURRE EN NOSOTROS….


Ahora bien, una vez habiéndose activado determinados centros energéticos en nosotros y comenzado a cumplir su función específica, puede suceder y de hecho ocurre…que cada centro energético se reúna con otro y realicen una alianza con un fin en común.


Ejemplo: cáliz y espada, puerta y llave, etc.


No sólo pueden reunirse dos centros energéticos, sino más aún, si el motivo así lo requiere, dando principio a la activación de un centro energético nuevo formado por dos o más centros energéticos individuales.


Este nuevo centro energético tomará la forma ante nuestra percepción, que nos permita entender su función.


Pero no debemos olvidarnos que todo cuanto “parece” ocurrir fuera nuestro, en verdad ocurre dentro.

Todo ser vivo tiene en su interior distintos centros energéticos, activados o no…seamos consientes o no de ellos.


De la misma forma que cada centro energético tiene su función y podemos utilizar estas “herramientas energéticas” en nuestro beneficio, también podemos trascender nuestra individualidad humana y “convertirnos” en esa herramienta…”siendo” esa herramienta.


Y cuando logramos esto, nos convertimos en una herramienta que “presta servicio” a todos y todo.


Quienes buscan afanosamente estas formas fuera de sí mismos…vano es su afán…