Nadie es más que nadie...

Muchos buscan al "maestro" fuera de ellos, porque les cuesta conectar con el mejor de los maestros: el "propio", el maestro interior...

Lo mejor que podemos hacer aquellos que hemos conectado con nuestro maestro interior, con el "propio", es compartir nuestra historia...

Y resalto el "compartir", ya que nuestra historia no es la historia mejor ni está libre de errores, pero quizás, sólo quizas, le sirva a otro para hacer el "click" de conciencia que necesita en determinado momento ó simplemente para comprender ó afirmar parte de su propia historia...



A veces alcanza con una simple palabra..ó un pequeño trozo de texto de la historia del otro...pero nunca nada es en vano...


Este compartir no significa que debamos permitirnos el creer cuando otros nos llaman "maestros"...


Estos mismos que nos llaman maestros, son aquellos que así como nos "endiosan" también nos hunden en el más terrible abismo...



Y nosotros mismos cuando creemos hallar a un maestro de carne y hueso, depositamos en él la responsabilidad de "guiarnos", olvidandonos que son seres humanos igual que nosotros...que están aprendiendo de sus propios errores...



¿y porqué?


La responsabilidad sobre nuestras vidas es el punto más importante, sin esto, dejamos en manos de los otros nuestros logros, nuestra felicidad, nuestros triunfos...



Es fácil, muy fácil echarle la culpa al "guia"...pero es muy difícil hacerse responsable de nuestros actos, pensamientos, emociones y desiciones...



Todo esto es una ilusión...una fantasía, hasta que no comprendamos que el otro sólo es un compañero de ruta que nos cruzamos en el camino por algún motivo a descubrir...pero es sólo eso: un compañero de ruta con el cual andaremos un trecho juntos, de igual a igual...



Es necesario aprender a disfrutar de la compañía del otro, pero siendo guiados por el "propio"...


Recobremos la confianza en nosotros mismos...


Con infinito amor...

Alicia