Y un dia, ella se atrevió, y entró a la montaña en busca del espiritu del fuego...ella: mujer de piedra, se sentó a orillas del rio fuego, en las entrañas de la montaña sagrada y prestó atención...
Y el fuego habló...
Allí fueron apareciendo uno a uno los enagramas de sus experiencias y saberes...
Comprendio el enagrama de aquella espada de doble filo que mucho tiempo atrás había blandido tres veces en el aire y luego guardada dentro de si misma en ésta, su vida actual...aquella espada, era parte y simbolo del poder femenino que la habitaba...
Adalia recordó mundos...pueblos...pero cada vez que se hallaba inmersa en su humanidad, su ego le jugaba malas pasadas...y luchó "contra" él...grave fué el error cometido...cuanto más luchaba "contra" él...éste crecía más y más..pues su ego se alimentaba de la misma energia que ella ponía en esa lucha encarnizada..
Y aprendió...que si solo lo observaba..que si solo estaba atenta al "juego" de su ego...éste ya no tendría poder sobre ella...sobre su mente...y comenzó a reirse mucho de sí misma...y mucho más aun de su ego...Adalia habia aprendido el arte de "jugar" y disfrutar a plena carcajada cada momento...eso sí!..se reía en silencio...pues comprendía que los demás no entendian su juego...
Y llego él dia en que uno de aquellos seres que habitaban el valle sagrado, cargó sobre su espalda, lo más pesado de su ego...y ella pudo "verlo" cara a cara...Adalia aún se sacude convulsionada ante el recuerdo de la imagen de sí misma hecha ego...
Pasaron muchas lunas y ella siguó su camino...en busca de aquello que añoraba pero aún no sabia qué...cada vez que encontraba-recordaba algo, se deciá: llegué!..esto es!!...y feliz descansaba, comprendia, aceptaba....pero: no...eso solo era un eslabón más que la conduciría hacia su destino...hacia aquello por lo cual habia venido a esta bella tierra...y seguía andando, con el corazón lleno de amor ...
Y el fuego le contó su saber y en que parte de ella anidaba...y la tierra le contó su saber...y le hizo sentir en su corazón aquello que anidaba en el corazón de la tierra ...y el agua cantarina susurró canciones en sus oidos...y el viento le trajo susurros de tiempos lejanos ...Adalia fué inmensamente feliz.
Pero llegó el dia en que las estrellas también le hablaron...al principio no comprendió...¿como era eso?...¿que era eso que escuchaba?..
Era de allí ó era de aqui?...
Las estrellas susurraban: no pienses..siente!...y recuerda...pero para Adalia esto era ya mucho....¿como que su alma era hija de la Madre Tierra y de las bellas estrellas?...su mente no lo aceptaba...y se debatió otra vez en una cruenta lucha mental...y perdió mucha energia y con ella, muchos recuerdos ya alcanzados...
Hasta que una bella alma humana le dijo: todo lo que es...ES...lo demás es mente...entonces Adalia abandonó la lucha...y se dejó estar...volvió a fluir con cada momento...
Volvió a visitar la montaña sagrada, volvió a escuchar la sabiduria del fuego...y se dejó conducir a través de las aguas hasta el valle sagrado...allí conoció el lugar donde el agua y el fuego se besan...y en cada beso traen a la vida algo nuevo ...
Y Adalia fué agua y fué fuego...y ambos se besaron...
En uno de sus tantos viajes al valle sagrado, Adalia vió que aquello que alguna vez habia generado, estaba despertando...
La dama blanca, con los ojos velados cual nubes, sobrevoló el valle y se alejó en busca del agua, sumergiendose en ella...no tenía recuerdos de si misma...no sentia nada...algo la impulsaba a buscar en el fondo de las aguas "algo"..pero no sabia que que...
Removió el fondo, desechando muchos tesoros, muchas joyas de oro y plata...escarbó y escarbó en el fondo de esas aguas hasta que al fin lo halló....un bello collar de perlas nacaradas...se lo estaba colgando en su etéreo cuello, cuando un voz dijo: son lágrimas...y por primera vez tuvo un pensamiento y una duda: que era esa voz?...que significaba eso escuchado?...se colgó el bello collar en su grácil cuello y voló hasta una de las cavernas de aquella sagrada montaña...
Deambulaba perdida entre aquellas cavernas observando a aquellos pequeños seres laboriosos, cual topos, que iban y venian si cesar...hasta que llegó él y tomandola de los hombros la insta: despierta!..él repetia dulce pero firme, una y otra vez: despierta!...
Ella de algun modo sabia que si despertaba, con ese despertar vendría el dolor...un dolor muyyyy antiguo...
pero..que le dolería?
Al fin fué quitando uno a uno los velos de sus ojos y lo miró a los ojos...reconoció en aquellos ojos de mirada cansada a aquel muchachito y lo abrazó con ternura infinita...
Miró a su alrededor preguntandose: ¿donde estoy?...recordó su humanidad y el amor profundo a esta bella humanidad y a esta bella tierra..pero una frase cruzó su mente que la atribuló: "su pueblo"....y estalló en ella un dolor profundo y antiguo que habia estado durmiendo en lo profundo de su ser...
De alguna manera sabia que tenia "trabajo por hacer"...pero su corazón se debatía entre dos amores...la humanidad a la que amaba profundamente y aquello que daba en llamarse "su pueblo"...y lloró amargamente...e imploró a los espiritus...
Alicia
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