El Cisne


" Gracia "





" El poder de la mujer Penetrando el Espacio Sagrado Tocando el futuro Aún por acontecer Trayendo la gracia eterna."


" El pequeño Cisne voló a través de la Dimensión de los Sueños a la busca del futuro. Se detuvo un instante para descansar en las aguas de un lago mientras intentaba descubrir una forma de encontrar el punto de entrada para el futuro. El Cisne se sentía confuso, pues tenía conciencia de que había penetrado en la Dimensión a los Sueños de forma totalmente casual, inmediatamente en la primera vez en que hube intentado volar solo, y el paisaje de la Dimensión de los Sueños lo intimidaba bastante.


Cuando el joven Cisne miró hacia el cielo, por encima de la Montaña Sagrada, se asombró con la visión del mayor agujero negro en torbellino que jamás había visto. Percibiendo entonces la libélula volando en su dirección, el Cisne le pidió informaciones acerca del agujero negro. A lo cual la Libélula le respondió:


- Vea bien, Cisne, esta es la entrada para otros niveles de la imaginación, de la cual soy la guardiana hay muchas y muchas lunas. Si usted quisiera atravesarla, tendrá que pedir expresamente por esto, pero sólo podrá hacerlo si realmente merece tal privilegio.


A pesar de que no tuviera mucha certeza de que deseaba penetrar en el agujero negro, el Cisne aun así preguntó a la Libélula lo que era necesario hacer para conquistar este derecho. Y la Libélula le dijo:


- Usted debe estar predispuesto a aceptar todo lo que el futuro pueda reservarle, sin intentar modificar los planes del Gran Espíritu. El pequeño Cisne miró para su feo cuerpito y retrucó:


- Yo me someteré de bueno grado a los designios del Gran Espíritu. No lucharé contra las corrientes del agujero negro; voy a entregarme al flujo de la espiral y creer en todo aquello que me fuera mostrado.


La libélula se quedó muy satisfecha con la respuesta del Cisne y hizo con que la ilusión del lago se disipara. De pronto, el pequeño Cisne fue sorbido por un irresistible remolino en medio del lago. El Cisne sólo reapareció muchos días más tarde, pero ahora estaba muy diferente, era un Cisne bello, exhibiendo su largo cuello y las penas de una blancura inmaculada. La Libélula se sorprendió:


- Cisne, que es lo que aconteció contigo? - exclamó ella. El Cisne sonrió y dijo:


- Libélula, yo aprendí a someter mi cuerpo al poder del Gran Espíritu y fui llevado de aquí hasta el local en lo cual el futuro reside. De allí pude percibir muchas maravillas por encima de la Montaña Sagrada y, a causa de mi fe y mi aceptación integrales, fui transformado. Aprendí a aceptar el estado de gracia.


A la Libélula se quedó muy feliz con lo que ocurrió con El Cisne. Y este le habló entonces acerca de las maravillas que se ocultan atrás de las ilusiones. Él fuera capaz de penetrar en la Dimensión de los Sueños en virtud de su pureza y de su capacidad de aceptar y comprender los planes del Gran Espíritu. "




Y esto que el Cisne nos enseña: a que nos rindamos a la gracia del ritmo del Universo y a que abandonemos nuestro cuerpo físico para que penetremos en la Dimensión de los Sueños. La energía del Cisne nos torna capaces de transitar por todos los planos de la conciencia y a creer firmemente en la protección del Gran Espíritu.


La Medicina del Cisne lo está aconsejando a aceptar sus poderes premonitorios. Si usted esté ofreciendo resistencia a su proceso de auto transformación, relaje, flote. Todo se toma muy fácil cuando aprendemos a dejarnos llevar por la corriente. Endoso el hecho de que usted ya sabe quien está telefoneándole antes aún de quitar el teléfono del gancho para atender a la llamada. Preste más atención a sus propios palpites e intuiciones, agradeciendo y honrando el aspecto intuitivo, femenino, de su ser.










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